El Gobierno argentino contrató a los Estudios Arnold&Porter y Glover Park Group para apoyar las actividades de la Embajada argentina en Washington. El primero se ocupará de promover las actividades políticas incluyendo la organización de encuentros con funcionarios del Gobierno norteamericano por 1.932.000 dólares anuales; el segundo estará a cargo de las relaciones con la empresa recibiendo 36 mil por mes. Los contratos, por tratarse de entidades del país que actuarán en favor de un Estado extranjero, fueron registrados en el Registro de Agentes Extranjeros que depende del Ministerio de Justicia. La contratación fue efectuada en forma directa por la Agencia de Inversiones por estar exceptuada de la normativa de la Administración Pública.
La decisión de recurrir a renombrados lobistas para mejorar la comunicación con distintos niveles del Gobierno de los Estados Unidos indica la preocupación por las relaciones con los Estados Unidos y también las dificultades que estaría encontrando el Embajador Jorge Argüello para acceder a los funcionarios claves y encontrar empatía, o quizás no suficiente comprensión, a la política exterior argentina.
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El Embajador Argüello fue presentado en oportunidad de su nombramiento como un conocedor de la política norteamericana por su desempeño en la misma función en 2011/2013 y como Embajador ante las Naciones Unidas entre 2007/2011. También se le asignó la función de coordinar todos los aspectos de la relación incluyendo las financieras y el G-20. En la negociación con los fondos, el Ministro Martín Guzmán mantuvo contactos directos con el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin para explicar la oferta argentina, y según se afirmó en algunos medios, se recurrió entre otros al Presidente de México, Manuel López Obrador, y Miguel Gallucio para transmitir la necesidad de llegar a un acuerdo. El Ministro Guzmán pareciera mantener una relación cercana con la Directora Ejecutiva del FMI, Kristalina Georgieva contando con el beneplácito del Papa Francisco I y Joseph Stiglitz.
Los lobistas representantes de países cumplen la función de facilitar la tarea diplomática y también aportar sugerencias sobre la vinculación entre ambos gobierno
El Estudio Arnold&Porter tiene entre sus colaboradores al Embajador Thomas Shannon quien fuera Subsecretario de Asuntos Políticos 2016/18 y Secretario de Estado por 12 días en el período de transición Obama-Trump. Con el Presidente George Bush fue Subsecretario para el Hemisferio Occidental 2005/2013 y Embajador en Brasil 2013/2016. La intensa carrera y su experiencia de decir lo esencial para conformar a los oyentes le permitieron desarrollar vínculos con republicanos y demócratas.
Los lobistas representantes de países cumplen la función de facilitar la tarea diplomática y también aportar sugerencias sobre la vinculación entre ambos gobiernos. Pero es obvio que sus opiniones están ligadas a los estipendios y que deben considerarse dentro de ciertos márgenes. Estas circunstancias limitan la capacidad de influenciar las decisiones, y muy difícilmente puedan alterar las opiniones políticas que estarán basadas más en las provenientes de las mismas fuentes que de ajenos.
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La Embajada de los Estados Unidos en la Argentina constituye la fuente básica de información del Gobierno. Esta representación no sólo transmite datos sino que hace llegar sus opiniones sobre todos los aspectos que puedan influir en la relación bilateral. Si bien pueden existir momentos de lazos personales como fue Trump- Macri, los países priorizan las relaciones institucionales porque existen responsabilidades de diferentes niveles. Esta Embajada al igual que otras transmite a sus capitales los hechos que hacen al diseño de la política externa. Es de suponer que los cables reflejan las discusiones en el Congreso de la Nación, el Grupo de Puebla, el Parlasur u otras instancias donde muchos dirigentes compiten por mostrar su combatividad.
El Gobierno eligió apuntalar el trabajo de la representación argentina con refuerzos externos que supone un gasto extraordinario que quizás supere al presupuesto disponible en la sede. La incógnita de esta inversión estará condicionada por el contexto y no por la calidad de los asesores. Las relaciones con los Estados Unidos dependerán de los hechos concretos y de las manifestaciones oficiales en los respectivos foros; los lobistas podrán tener influencia pero no tanta para negar que la realidad no es la verdad.